Para algunos trabajar es un auténtico placer, pero para otros es una tarea tediosa que no les gusta asumir. En lo que la mayoría de los empleados por cuenta propia o ajena coinciden es en que están deseando que llegue el momento de la jubilación.
Ese día en el que, por fin, se acaban las obligaciones laborales y ya no hay que levantarse temprano, sufrir atascos todas las mañanas ni tener que aguantar jefes o compañeros tóxicos.
Cuando llega ese momento dejamos de tener ingresos y pasamos a cobrar una pensión de jubilación de carácter público. Pero para poder tener derecho a ella es necesario que cumplamos con dos requisitos: tener la edad legal de jubilación y haber cotizado el número de años que exige la ley.
En 2022, para que alguien pueda jubilarse y cobrar el 100 % de la pensión de jubilación debe tener 66 años y haber cotizado, al menos, 37 años y tres meses.
¿Cuál es el tiempo mínimo que hay que cotizar para tener pensión de jubilación?
La pirámide poblacional española está sufriendo una inversión. De este modo, poco a poco comienza a haber más personas en la cúspide de la pirámide (personas en edad de estar jubiladas), que en la parte baja (niños). Cada vez hay más personas con derecho a cobrar una pensión y menos cotizantes, y el problema se agravará de cara al futuro.
Esto hace que la viabilidad de las pensiones esté en duda ahora mismo. A falta de otras medidas, por el momento se ha optado por retrasar la edad de jubilación (llegará a los 67 años en 2027) y aumentar el período de cotización exigido para poder cobrar la pensión íntegra.
El endurecimiento de los requisitos de acceso va a provocar que muchas personas no cobren el día de mañana el 100% de la pensión, porque no habrán podido cotizar durante tanto tiempo a lo largo de su vida laboral.
No obstante, esto no quiere decir que quien no haya cotizado durante casi 40 años no vaya a tener una pensión pública. Para poder acceder a la jubilación mínima hay que haber cotizado a la Seguridad Social durante 15 años y que, al menos, dos de ellos hayan sido en los 15 años inmediatamente anteriores a la fecha de jubilación.
Habiendo cotizado este período mínimo se cobra una pensión que equivale al 50 % de la base reguladora. Lo que no suele ser una cantidad alta. Por eso, puede ocurrir que el jubilado se encuentre con que lo que le corresponde cobrar no llega ni a la cifra fijada anualmente como pensión mínima.
En este caso, sobre la pensión se aplica un complemento a mínimos. De esta forma, se garantiza que todo aquel que tiene una pensión contributiva cobrará, como poco, la cuantía establecida como pensión mínima.
¿Qué ocurre si no se ha cotizado lo suficiente?
Si una persona llega a la edad legal de jubilación y no cumple con el período mínimo de cotización para poder acceder a una pensión contributiva, esto no quiere decir que no se pueda jubilar. Lo que pasa en este caso es que percibe una pensión no contributiva cuyo importe suele ser bastante bajo.
¿Cómo saber cuánto tiempo se ha cotizado?
La jubilación es un momento muy importante en la vida de las personas. Por eso, no conviene esperar a última hora para asegurarse de que todo está en orden.
Es interesante que cualquier persona solicite periódicamente su vida laboral a la Seguridad Social, algo que se puede hacer directamente a través de la Sede Electrónica y sin necesidad de contar con un certificado digital.
En la vida laboral se pueden ver los diferentes períodos de altas y bajas en cada empresa, incluso en diferentes regímenes de la Seguridad Social. Si el interesado comprueba que hay algún error, debe ponerse manos a la obra para subsanarlo.
Prepararse para la jubilación
Lo que se cobra de pensión depende de lo que se haya cotizado en los últimos años (ahora se tienen en cuenta los últimos 24 años, pero esta cifra va a ir aumentando). Con las bases de cotización se calcula la base reguladora. Cuantos más años se hayan trabajado, más porcentaje de esa base reguladora se cobra.
Esto es lo que explica que las pensiones de jubilación en España no sean especialmente altas. Por eso, muchos trabajadores deciden prepararse para el momento de su retirada definitiva del mundo laboral garantizándose un nivel de ingresos adecuados a través de productos como los planes de pensiones o los planes de ahorro.
Aunque no siempre se puede cotizar todo lo que a una persona le gustaría, es importante asegurarse de que se cotiza, al menos, ese período mínimo de 15 años, siendo dos de ellos en los 15 años anteriores a la jubilación, para así garantizarse el cobro de una pensión contributiva mínima.